Aros Broncita

La Broncita facilita el estado de simplemente “ser”, la entrada a un estado dinámico de no-acción y de no-hacer.

Espiritualmente, este es el cristal perfecto si tenés problemas para aquietarte, puesto que aporta una serenidad total.

Es muy eficaz contra las maldiciones y como protectora energética, dado que rechaza los pensamientos negativos y los malos deseos. Devuelve estos malos deseos, maldiciones o malas energías a su fuente, notablemente agrandados.

Resulta más útil utilizar la Broncita en combinación con la Turmalina negra.

A nivel psicológico, este cristal fortalece el discernimiento libre de juicios, resalta tus elecciones más importantes y promueve la acción decidida.

Enraíza las energías a la tierra, y es de ayuda cuando sentís que los sucesos escapan de tu control.

Sostener una Broncita incrementa la autoafirmación, restaura la compostura y ayuda a mantener la cabeza fría.

Permite tener una perspectiva objetiva y ver el cuadro mayor.

Ayuda a superar el estrés, y a no usar tanto la fuerza de voluntad, enseñándote a seguir el flujo de la voluntad divina.

Si te quedaste atascado en una pauta negativa, la Broncita te libera de ella.

A nivel físico, resulta útil para sustentar y equilibrar la energía masculina yang dentro del cuerpo o la psique.

En cuanto a curación, asiste en casos de agotamiento crónico, asimila el hierro, alivia calambres y nervios, y elimina el dolor y el exceso de alcalinidad.