Enraíza la energía espiritual, y funciona como un un escudo protector.
Psicológicamente, la Turmalina ayuda a comprenderse a uno mismo y a los demás, llevándote hasta lo más profundo de tu ser, fomentando la autoconfianza y reduciendo el miedo.
Disipa cualquier sentimiento victimista y atrae inspiración, compasión, tolerancia y prosperidad.
La Turmalina es una poderosa sanadora mental que equilibra los hemisferios izquierdo y derecho del cerebro, y transmuta los patrones de pensamiento negativos en positivos.
Particularmente, la Turmalina negra protege contra las radiaciones de los teléfonos móviles, la bruma electromagnética, los encantamientos y malas voluntades, y las energías de todo tipo.
Conectada al chakra base, asienta la energía e incrementa la vitalidad física dispersando la tensión y el estrés.
Limpiando los pensamientos negativos, fomenta una actitud relajada y la neutralidad objetiva.
Promueve una actitud positiva, sean cuales sean las circunstancias, y estimula el altruismo y la creatividad práctica.